TLAXCALA,
160 AÑOS COMO ESTADO
Tenochtitlán,
España, el Estado de México, Puebla… todos ellos intentaron, más de una vez,
apropiarse de Tlaxcala.
Contextos Regionales
Al
cruzar de los siglos, la defensa de la soberanía y la identidad tlaxcalteca, su
reconocimiento como un lugar fundamental para la historia de México y su aporte
a la modernidad, fue una constante que marcó a sus habitantes como los más
orgullosos de sus raíces, dispuestos a construir y crecer juntos.
Cuando
el 5 de febrero de 1917 se promulgó la Constitución, que este domingo conmemora
cien años de vigencia, también se celebraban sesenta años de que Tlaxcala fue
declarado oficialmente como un estado más del país.
Fue
el 5 de febrero de 1857, al promulgarse la Constitución, que sería protagonista
de turbulencias futuras como la Guerra de Reforma y la consiguiente
Intervención Francesa, cuando nació el Estado Libre y Soberano de Tlaxcala.
Para
entender la lucha de Tlaxcala por su soberanía hay que remontarse al siglo XV
cuando los tlaxcaltecas sortearon varias batallas contra los mexicas y otros
grupos que integraron La Triple Alianza, confederación de estados indígenas que
exigían tributo, a lo que los tlaxcaltecas se negaron rotundamente.
“Tlaxcala
mantuvo una autonomía y una organización política muy propia. Los tlaxcaltecas
tenían nexos comerciales en Centroamérica y con los actuales territorios de
Tamaulipas, Veracruz y Oaxaca”, señala el historiador Armando Díaz de la Mora.
La
aguerrida convicción de los tlaxcaltecas por no someterse al yugo de otros
grupos indígenas hizo que durante La Conquista se convirtieran en aliados de
los españoles, lo que les permitió gozar de privilegios y mantener su
estructura política.
Armando
Díaz califica este hecho como una visión muy hábil, pues los tlaxcaltecas
incluso participaron en la colonización de otras latitudes que van desde los
actuales territorios de Honduras hasta Nuevo México.
“Tlaxcala,
a pesar de su pequeñez de territorio, logra mantener su autonomía y su gobierno
especial que, además, va a ser fundamental para lo que vendrá en el siglo XIX”,
asegura el historiador.
La lucha incansable por la soberanía
Su
pequeña dimensión territorial y su bajo número de habitantes fueron características
de Tlaxcala que otras entidades tomaron como argumento para apropiarse del
territorio, de tal forma que durante siglos se dieron diversos embates al
respecto.
En
1787, la entonces llamada “Provincia de Tlaxcala” es anexada a la intendencia
de Puebla, pero con la defensa del Cabildo Indígena se logra que el 2 de mayo
de 1793 se le reintegre como un gobierno de excepción que dependió solamente
del Virrey de la Nueva España, es decir, que fue considerada como territorio
del Virreinato.
En
1836, Tlaxcala se incorpora al Estado de México y sería hasta 1846 cuando
regresa a su estatus de territorio perteneciente a la emergente
nación.
“Tlaxcala
acude a sus privilegios, acude a su alianza hispana, acude a su historia prehispánica
para decir que no podían estar sujetos a ningún otro gobierno y logran
nuevamente esa autonomía económica, política y social con respecto a otros
lugares de México”, señala Díaz de la Mora.
Ilustres personajes lucharon para que Tlaxcala
fuera una provincia separada de Puebla y de México; es el caso de Miguel Guridi
y Alcocer, quien representó a Tlaxcala en las Cortes de Cádiz y en la
Constitución de 1824 y más tarde, José Mariano Sánchez quien defendió a
Tlaxcala durante el Congreso Constituyente de 1856.
Estos
hechos demuestran la determinación con la que siempre se ha defendido el
territorio; así lo describe el cronista de la ciudad de Tlaxcala, Cesáreo
Teroba Lara.
“Desde
su constitución como pueblo fuimos independientes, deseosos de mantener nuestra
libertad, un pueblo con una personalidad a la que se defendió. Desde sus principios y hasta la fecha, los
tlaxcaltecas somos muy independientes y apreciamos nuestra autonomía e
identidad”, expresó.
De la Provincia de Tlaxcala al Estado de
Tlaxcala
Después
de varios años de lucha incansable por defender la autonomía territorial, en
1856 se gesta el hecho que le daría a Tlaxcala en definitiva el carácter de
entidad federativa.
“En
el año 1856, al convocarse a un Congreso Constituyente, resultado del Plan de
Ayutla, que tiene como propósito sacar del poder a Santa Anna, hay defensores
muy firmes y se logró demostrar que Tlaxcala tenía ya los requisitos para ser
un estado”, relata el cronista Cesáreo Teroba.
La figura de José Mariano Sánchez
José
Mariano Sánchez Santiestevan, originario de Huamantla, defendió su natal
Tlaxcala en múltiples ocasiones de los intentos de anexión a Puebla, pero la
más significativa fue la de 1856.
Este
personaje es quien defiende el territorio tlaxcalteca ante el Congreso
Constituyente de 1856 en su carácter de diputado, pues hace frente a los
argumentos de que la entidad no merecía este título, dada su pequeña extensión
geográfica y que el número de habitantes no era el suficiente para aportar los
impuestos a la nación.
“Mariano
Sánchez acude a una larga historia de defensa y de gestiones. Habla que, desde
la época prehispánica Tlaxcala fue un territorio autónomo, habla de los grandes
personajes que tiene Tlaxcala”, señaló Armando Díaz.
La hábil y certera defensa de Mariano Sánchez
hizo posible que, durante la sesión del 9 de diciembre de 1856, con 75 votos a
favor y 13 en contra, Tlaxcala finalmente se erigiera como entidad federativa,
hecho que se cristalizó el 5 de febrero de 1857 con la promulgación de la Constitución
Política.
“La defensa y la presencia de José Mariano
Sánchez es importante para Tlaxcala porque mediante su papel como diputado
logra defender el territorio tlaxcalteca y es ahí donde el estado va ocupando
un lugar muy importante”, describe la historiadora del Archivo Histórico del
Estado de Tlaxcala (AHET), Carmen Saavedra de la Rosa.
Se escribe una nueva página
En
la época prehispánica, durante La Colonia, después de La Independencia y hasta
nuestros días, los tlaxcaltecas siempre han defendido su derecho a la libertad,
a gozar de un bienestar pleno, a un entorno de oportunidades, a tener una
adecuada calidad de vida y acceso a derechos fundamentales como la salud, el
empleo y la educación, ejes que rigen al Gobierno de Marco Mena.
En
el primer día de este año se comenzó a escribir una nueva página que da fuerza
a los ideales de todo un pueblo: la búsqueda de la grandeza.
“En un complejo proceso histórico en busca de
grandeza, por el que hemos trabajado década tras década, finalmente el esfuerzo
de todos ha ido encontrando ahora, para nuestra querida entidad, un lugar de
relieve en la geografía económica y política del México al que orgullosamente
pertenecemos cada uno de nosotros”, afirmó Marco Mena ese día, al tomar
posesión como Gobernador de Tlaxcala.
La
complejidad siempre será una característica de cada época, pero también será
una característica inalterable el ímpetu de los tlaxcaltecas por defender
aguerridamente su nobleza y esplendor, siempre mediante la unión y esfuerzo de
sus habitantes para construir y crecer juntos.