El Congreso del Estado de Tlaxcala reafirma su compromiso en la lucha contra la
trata de personas
Contextos Regionales.- En el marco de la conmemoración del Día Mundial contra la
Trata de Personas, que se celebrará el próximo 30 de julio del presente, se
iluminó la fachada principal del Palacio Legislativo de color azul, el cual hace
referencia al sentimiento de tristeza producido por quienes son víctimas, así
como la insensibilidad de quienes son sujetos activos de esta conducta.
En
Tlaxcala, casi a la misma hora, en todos los municipios y en las sedes de los
poderes legalmente constituidos del Estado, se encendió una luz azul en señal de solidaridad con las
víctimas, pero también de compromiso en esta lucha de escala mundial contra la
trata de personas.
El
Diputado Enrique Padilla Sánchez comentó que esta campaña, que es mundial busca
concientizar y generar medidas que contribuyan a poner fin a este ilícito por
parte de las autoridades, así como solidarizarse con quienes han sido víctimas
del mismo.
La
trata de personas es un delito contra la humanidad, pues afecta no sólo a
mujeres, sino también a niños y hombres. Es un delito que abarca numerosos
propósitos, incluidos el trabajo forzoso y la explotación sexual.
El
delito de la trata no es exclusivo de una zona o región del mundo, afecta por
igual a todas las naciones del mundo, ya sea como país de origen, tránsito o
destino de las víctimas.
Según
la Organización Internacional del Trabajo, se calcula que en el mundo existen
más de 21 millones de víctimas de trabajo forzoso, Es por eso que la
Organización de las Naciones Unidas, desde el año 2009, ha desarrollado la
Campaña “Corazón Azul”, cuyo objetivo es la sensibilización para la lucha
contra la trata de personas y su impacto en la sociedad.
La
trata de personas se considera como un acto criminal que viola los derechos
fundamentales, en particular, el derecho a la dignidad humana.
Las
víctimas se convierten en una mercancía que se compra, vende, arrienda, explota
y, en muchos casos, se le cataloga como un simple objeto; de allí la necesidad
de formar un frente común desde los distintos órdenes de gobierno, así como la
ciudadanía en general para hacer frente a este flagelo social mediante la
concientización, prevención oportuna, atención y protección a quienes hayan
sido lacerados por este ilícito.
Esto
genera un compromiso no sólo por la Organización de las Naciones Unidas sino
también por cada uno de los países integrantes a ésta y sus órganos de gobierno
en la lucha contra este crimen.
En
esta campaña Mundial, ningún país debe quedar exento, y en México, todos los
órdenes de gobierno debemos estar atentos para generar los mecanismos
necesarios que contribuyan a la erradicación de este mal que afecta a la
sociedad de nuestro tiempo.